Como
acá nos gusta usar el blog a manera de cuaderno de experimentación, enlistamos
tres notas alrededor de nuestra experiencia como creadores de marca en Bih-loh:
La
investigación es esencial.
El
logotipo ideal es el resultado de un largo proceso de investigación del
mercado, análisis de tendencias, consulta de estilos gráficos e inspiración.
Ver lo que la competencia está haciendo, inspeccionar y definir al cliente
meta, recabar información relevante que nos ayude a definir el camino del
logotipo. Sin la base teórica, sin las ideas justificadas, no hay proyecto.
Bocetos,
bocetos y más bocetos.
Un
logotipo es el resultado de más de 20 ensayos, garabatos que acabaron en el
basurero, otros que se pulieron por semanas. La creación de un logotipo es,
sobre todo, un proceso de prueba y error: ajustar tipografías, experimentar con
la gama de colores, definir trazos.
El
logotipo es la cara de la marca.
Un gran
logotipo no representa al CEO de la empresa, al dueño o a sus empleados. Los
colores, la tipografía y los símbolos son una representación de la marca. Es
como si toda la personalidad (valores, tono y esencia) se concentraran en el
logotipo. La pregunta clave es: ¿cómo quiero que me vean mis posibles
compradores?
Decisiones.
No hay
logotipos malos, solamente logotipos no adecuados a la esencia de la marca.
Decidir un logotipo final (de entres dos o tres opciones) no debe ser una tarea
difícil o tardada. El logotipo ideal debe sobresalir casi por su cuenta. Casi
te dice: «Hola, aquí estoy». ¿Representa su esencia? ¿Funciona con el mercado?
¿Es amigable para sus adaptaciones en distintos medios? Para este punto, alguna
de las opciones debe cuadrar con el brief y las necesidades del cliente.
¿Quieres
conocer nuestros trabajos de branding? Da clic acá. ¿Necesitas ayuda para crear
tu marca? Contáctanos a contacto@bihloh.com
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